SABÍAS QUE ? La batalla de Lepanto (1571)

¿SABÍAS QUE…?

 

1. El anterior español galardonado con el Nobel de Literatura, a quien Aleixandre dedicó unas líneas en su discurso de Suecia, fue Juan Ramón Jiménez.

2. Vicente Aleixandre fue profesor de Derecho Mercantil en la Escuela de Comercio de Madrid durante dos años (1920-1922).

 

7 de octubre

 

Más asociada a la leyenda cervantina alimentada por la cultura popular que a la auténtica política imperial otomana en el Mediterráneo, la cruenta batalla de Lepanto, que realmente no quebrantó gran cosa aparte de la Sublime Puerta (la entrada al palacio del Gobierno turco), sigue siendo, sin embargo, motivo de mucha literatura.

Desde la década de 1530, Solimán el Magnífico tenía una fijación: Italia. Con el dominio casi total en la costa norte de África y el litoral oriental del Adriático, el sultán turco dejó a su muerte (1566) un gigante patrimonio territorial a su sucesor, Selim II, que, lejos de conformarse, reforzó la política expansionista de su padre y estableció acuerdos con Argel, tratos que perjudicarían sobremanera las pretensiones mediterráneas de Felipe II, que quería a toda costa asegurarse Sicilia y los pasos marítimos entre la isla y la costa africana argelina.

Para hacer frente a la amenaza de los turcos, que en 1570 se hallaban en plena conquista de Chipre, el papa Pío V, amenazado por tierra y mar, y en representación de los Estados Pontificios, promovió la creación de la Santa Liga con la República de Venecia —las tropas otomanas se encontraban casi a sus puertas—, la República de Génova, la Orden de Malta, el Gran Ducado de Saboya, el Gran Ducado de Toscana y, por supuesto, los reinos de España. La escuadra, integrada por doscientos ochenta barcos (al menos ciento sesenta eran españoles) y dirigida por don Juan de Austria, hermano de Felipe II, se reunió en Mesina (Sicilia), desde donde partió hacia Grecia.

El encuentro naval entre las fuerzas contendientes ocurrió el 7 de octubre de 1571 en el estrecho que separa los golfos de Patras y Corinto, frente a la ciudad de Naupactos, a la que italianos y españoles llamaron Lepanto. La flota turca, dirigida por Alí Pachá, era superior en número de naves a la de la Santa Liga, pero contaba con artillería de inferior calibre. Este hecho, además de la eficacia de los arcabuceros de la coalición europea, fue decisivo en el devenir del combate, que se saldó con una gran victoria de las fuerzas cristianas. El resultado de la batalla, aunque no determinante en la guerra contra el turco pese a su elevado número de bajas, obligó a los otomanos a reconstruir su Armada, lo que debilitó momentáneamente su poder en el Mediterráneo.

Dos años antes, Miguel de Cervantes se había trasladado a Sevilla desde Madrid probablemente huyendo de las consecuencias de un duelo en el que su rival había resultado herido. Al parecer, algún pariente le aconsejó que saliese de España y se instalase en Roma. Durante su estancia en la Ciudad Eterna tuvo lugar la conquista otomana de Chipre (1570), y en el verano de 1571 se alistó en una de las compañías de la Santa Liga. Con veinticuatro años recién cumplidos se encontraba a bordo de la galera Marquesa cuando, según diversos testigos, recibió dos tiros en el pecho y otro en su brazo izquierdo. Tenía sesenta y siete años cuando el manco de Lepanto describió sus sentimientos al respecto en el prólogo de la segunda parte del Quijote: «Lo que no he podido dejar de sentir es que me note de viejo y de manco como si hubiera sido en mi mano haber detenido el tiempo, que no pasase por mí, o si mi manquedad hubiera nacido en alguna taberna, sino en la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros».


Понравилась статья? Добавь ее в закладку (CTRL+D) и не забудь поделиться с друзьями:  



double arrow
Сейчас читают про: