2021-11-13
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¿SABÍAS QUE…?
1. Hasta 1971, durante las obras de construcción de una cocina, no pudo descubrirse la buscadísima primera piedra del monasterio, que medía 1,40 metros de ancho por 40 centímetros de alto y 60 centímetros de lado.
2. Entre otras razones, se piensa que la ubicación del monasterio tiene que ver con la latitud de Roma, prácticamente la misma que la de San Lorenzo de El Escorial.
3. Felipe II falleció (1598) en el monasterio el mismo día (13 de septiembre) en que fue colocada oficialmente la última piedra (1584).
24 de abril
Ejecución de los comuneros de Castilla (1521)
Carlos de Habsburgo llegó a España en 1517 para ser proclamado rey, aunque para serlo de Castilla tenía que jurar respetar las leyes del reino, aprender castellano, no dar cargos a ningún extranjero y no sacar metales preciosos ni caballos del territorio. Tras aceptar estas normas, fue coronado el 5 de febrero de 1518 como Carlos I, bajo la condición de que dejaría de ser rey en cuanto su madre, Juana la Loca, recobrase la razón, momento en que la Corona pasaría a estar en sus manos. Tras muchas discusiones, las Cortes de Castilla le concedieron doscientos millones de maravedíes en concepto de subsidio real. Algo parecido sucedió el 3 de mayo de 1519, tras aceptar condiciones similares a las de Castilla y jurar los fueros de Calatayud, cuando Carlos I fue coronado rey de Aragón y recibió doscientos mil ducados; dos semanas después fue nombrado conde de Barcelona y se le concedieron doscientas cincuenta mil libras, y un año después lo fue en Galicia, de cuyas Cortes en La Coruña consiguió cuatrocientos mil ducados para sufragar sus gastos de coronación como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en Aquisgrán (octubre de 1520).
Pero poco después Carlos nombró a Adriano de Utrecht regente de Castilla mientras él viajaba a Aquisgrán para ser entronizado con todo el dinero en sus manos. El malestar de los castellanos con sus representantes en Cortes fue tan grande que los segovianos lincharon a su diputado.
La primera revuelta no se hizo esperar. Toledo, con Juan Padilla al frente, fue la primera ciudad que se alzó en armas. Después se unieron Segovia y otras poblaciones, como Salamanca, liderada por Francisco Maldonado. Adriano de Utrecht envió un ejército contra Segovia, que se apresuró a elegir un jefe, Juan Bravo, que con ayuda de los toledanos derrotó a los «imperiales». Esta victoria apuntaló el movimiento comunero en ciudades indecisas, como Medina del Campo, sede de un arsenal importantísimo, de tal modo que, cuando el ejército imperial intentó hacerse con piezas de artillería para combatir el frente comunero, se negó a entregarle un solo cañón. La rebelión había conseguido expandir por Castilla el odio a la nobleza.
Viendo que cada ciudad actuaba de forma independiente, en julio de 1520 los comuneros decidieron crear la Junta Magna con varios propósitos: fidelidad al rey, expulsión a los extranjeros y recuperación de las donaciones reales de las Cortes convocadas en La Coruña. Pero pronto surgieron discrepancias en el seno de la Junta, que fue el principio del fin del movimiento: en diciembre de 1520 el ejército realista tomó Tordesillas y los grupos comuneros más moderados desertaron en masa. Jurados, caballeros y letrados se pasaron al lado «realista», mientras los más radicales seguían atacando a la nobleza, sobre todo a su hipócrita monarquismo.
En la primavera de 1521, apuntadas unas cuantas victorias y muchas más derrotas, ya eran pocos los comuneros que continuaban con la causa. El 23 de abril, Padilla, Bravo y Maldonado se encontraron con el ejército imperial en Villalar, que aplastó brutalmente a sus tropas. Al día siguiente, 24 de abril, los tres caudillos comuneros fueron decapitados, convirtiéndose así en unos mártires populares cuya heroicidad ha llegado hasta hoy.
