¿SABÍAS QUE…?
1. Aunque Abderramán nació en la actual Siria, su madre era bereber, de una tribu del norte de África.
2. Nombró sucesor a su hijo Hisham (el segundo de los tres que tuvo) por su parecido físico y de carácter, en virtud de una antigua tradición oriental.
17 de marzo
El famoso motín de Aranjuez fue una revuelta de carácter popular respaldada por el príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, entre el 17 y el 19 de marzo de 1808, provocada por la difícil situación que atravesaba España, consecuencia de las guerras europeas y crisis del absolutismo, y dirigida principalmente contra Manuel Godoy, favorito de los reyes y auténtico dueño de la situación política.
Las alianzas que el ministro Godoy venía estableciendo con Inglaterra y con la Francia revolucionaria y napoleónica, a raíz de los Tratados de San Ildefonso (1796 y 1800), habían tenido consecuencias desastrosas para el país. La guerra del Rosellón —de los Pirineos o de la Convención— le costó a España posesiones coloniales en la isla de Santo Domingo, y su posterior alianza con Francia obtuvo peores resultados, especialmente tras la batalla de Trafalgar (1805).
La verdad es que Fernando VII despreciaba a Godoy por su gestión diplomática y los resultados de su política, pero también porque controlaba a su padre, Carlos IV, y a la Corte, y quizá por su supuesta relación con su madre.
Mediante el tratado de Fontainebleau (1807) España había autorizado el paso de un ejército francés a través de territorio español hacia Portugal, país que se negaba a aceptar el embargo a Gran Bretaña. Además, se contemplaba el reparto de Portugal entre los franceses y Godoy.
Las tropas napoleónicas empezaron a ocupar plazas sin siquiera luchar (Pamplona, San Sebastián, Barcelona, Burgos…) y en 1808 la situación era tan crítica que la familia real se retiró al palacio real de Aranjuez con la intención de marchar después hacia Sevilla, desde cuyo puerto embarcarían hasta América, tal y como había hecho el rey portugués Juan VI, que había establecido su Corte en Brasil.
El 15 de marzo, gran parte de las tropas de Madrid se movilizaron para escoltar a la comitiva regia, lo que provocó la reacción de los partidarios de Fernando VII, reacios al exilio de Carlos IV, que instigaron revueltas corriendo la voz de la huida de los reyes. En la noche del 17 de marzo, grupos de revoltosos armados con palos, azadas y otras herramientas atacaron y saquearon la casa de Godoy. Carlos IV, temeroso por su propia vida, desposeyó a Godoy de todos sus poderes y asumió el mando del Ejército y de la Marina ante las Cortes y los ministros, competencias que había ejercido Godoy hasta entonces.
Ante la amenaza de linchamiento de Godoy, Fernando VII medió ante el populacho logrando salvar al valido, y el rey, completamente desprestigiado, se vio obligado dos días después a abdicar en él como última opción para superar la crisis. Sin embargo, el 23 de marzo los franceses entraron en Madrid, y el mariscal Murat se encargó de declarar nula la abdicación de Carlos IV, lo que motivaría más adelante la mediación de Napoleón en el enfrentamiento entre padre e hijo y las posteriores abdicaciones de Bayona.






