SABÍAS QUE ? La «noche triste» de Hernán Cortés (1520)

¿SABÍAS QUE…?

 

1. En la Eurocopa 2008, la Selección Española fue la que más posesión de balón tuvo de todos los participantes, con un 58,5 % de media, a mucha distancia del segundo, Alemania.

2. De los once jugadores que la UEFA «seleccionó» para el equipo ideal al final de la Eurocopa, seis eran españoles: Casillas, Marchena, Puyol, Senna, Xavi (elegido mejor jugador del campeonato) y Villa (máximo goleador del campeonato).

3. España pasó a encabezar el ránking FIFA en julio de 2008 y no abandonó esa posición hasta seis años después, tras el Mundial de 2014.

 

30 de junio

 

 La «noche triste» de Hernán Cortés (1520)

La expedición de Hernán Cortés había llegado en noviembre de 1519 a Tenochtitlan, la capital azteca, donde el emperador Moctezuma II, rodeado de la nobleza mexica, lo esperaba. Poco después los españoles hicieron prisionero al emperador y, durante los siguientes seis meses, el comportamiento de Cortés y sus aliados tlaxcaltecas generarían un creciente rechazo en la ciudad.

En junio llegaron a México-Tenochtitlan noticias desde la costa caribeña que decían que una importante expedición de españoles había sido enviada por el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, para detener a Cortés por insubordinación. Este dejó la ciudad al cuidado de su lugarteniente, Pedro de Alvarado, y partió hacia la costa, donde derrotó a la expedición. Sin embargo, cuando los hombres de Cortés contaron a los soldados derrotados las maravillas que llenaban México-Tenochtitlan, estos decidieron unirse a ellos.

Durante la ausencia de Cortés, Pedro de Alvarado atacó y asesinó a decenas de nobles aztecas que se hallaban en el Templo Mayor. Poco después, los aztecas asediaron el palacio donde se encontraban los españoles, que tenían prisionero el emperador Moctezuma, a quien Hernán Cortés, en un intento de sofocar la revuelta, había ordenado que hablara a sus súbditos. Moctezuma se asomó a la azotea e instó a sus seguidores a retirarse. La población contempló horrorizada la presunta complicidad con los españoles del emperador azteca, y comenzaron a arrojarle piedras y flechas.

Los aztecas decidieron elegir un nuevo monarca, Cuitláhuac, que empezó a hostigar tanto a los españoles que estos no tuvieron más remedio que preparar de forma secreta su huida de la ciudad. Poco antes de la medianoche del 30 de junio de 1520, Cortés dio la señal de partida a sus hombres y, sigilosamente, comenzaron a cruzar uno de los numerosos puentes del lago Texcoco que unían el islote de Tenochtitlan con tierra firme. Antes de llegar a las calzadas de salida de la ciudad, fueron descubiertos por unos guerreros aztecas que estaban agazapados en los alrededores y que alertaron al resto. Enseguida, cientos de canoas, llenas de guerreros aztecas, aparecieron por las aguas del lago. Los españoles y sus aliados lucharon bajo una lluvia de flechas en una batalla sangrienta, pero no pudieron hacer nada para evitar la derrota y la humillación. Esta fue la que muchos testigos calificaron de la «noche triste» de Cortés, ya que se cuenta que lloró amargamente al ver el paisaje después de la batalla y saberse desamparado con tantas bajas sufridas. Además, el botín de oro y otros objetos robados de los aztecas se perdieron en la desesperada fuga.

El trayecto de los conquistadores españoles continuó de Tlacopán hacia Otumba, donde tuvieron que enfrentarse nuevamente con los guerreros mexicas en otra sangrienta la batalla solo una semana después del desastre de Tenochtitlan. La victoria española en este enfrentamiento permitió a Cortés reorganizar sus huestes y, finalmente, pudo llegar al territorio aliado de Tlaxcala, donde el extremeño preparó el asedio definitivo de México-Tenochtitlan (entre la primavera y el verano de 1521) y la destrucción final del imperio azteca.


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