SABÍAS QUE ? Entra en vigor por primera vez la prestación por desempleo (1931)

¿SABÍAS QUE…?

1. Hubo quien interpuso razones biológicas para rechazar el sufragio femenino, pues a la mujer no le dominaba ni «la reflexión» ni «el espíritu crítico» sino «la emoción» (Roberto Novoa, Federación Republicana Gallega).

2. En las elecciones generales del 19 de noviembre de 1933 todas las mujeres españolas mayores de veintitrés años pudieron votar.

2 de octubre

 Entra en vigor por primera vez la prestación por desempleo (1931)

El 25 de mayo de 1931, el Gobierno provisional, a través del Ministerio de Trabajo y Previsión, firmaba un decreto por el que se creaba la Caja Nacional contra el Paro Forzoso, que sería gestionada por el Instituto Nacional de Previsión (INP). Los antecedentes se encuentran explicados en la propia introducción del texto:

De larga fecha datan las disposiciones con las cuales el Estado español se ha preocupado de abordar el problema del paro. Esta actitud no le llevó a soluciones prácticas, pero dio lugar a una convicción que se manifiesta en la ley de 13 de julio de 1922, aprobando el Convenio de Washington, relativo al paro forzoso. Consecuencia inmediata de este compromiso fue la autorización y consignación que figuran en la ley de Presupuestos de 26 de julio de 1922 para la práctica del seguro de paro forzoso.

De acuerdo con este criterio, el decreto creaba un «servicio para el fomento y régimen de la previsión contra el paro involuntario de trabajo, servicio centrado en el Instituto Nacional de Previsión, que puede actuar flexiblemente en todas las regiones, gracias a sus veinte cajas colaboradoras y que se titulará “Caja Nacional contra el Paro Forzoso”». En realidad, se trataba de un seguro voluntario mediante el cual el Estado subvencionaba a las mutuas o sindicatos que ofreciesen a sus afiliados el seguro de desempleo, cuyos dos primeros capítulos de su reglamento —aprobado el 30 de septiembre de 1931—, los dedicados a la Caja Nacional contra el Paro Forzoso y a las entidades primarias reconocidas por aquella, entraron en vigor el 2 de octubre de 1931. Esto quería decir que, por primera vez en la historia, el Estado español se hacía cargo, aunque fuera al 50%, de la protección por desempleo gracias a la indemnización abonada por las entidades primarias reconocidas por la Caja Nacional a sus asegurados. Como condición a la percepción de la mitad estatal, estas entidades debían llevar sus propias cuentas bien diferenciadas de las destinadas a los pagos por desempleo y someterse a la intervención de la Caja Nacional para hacer cumplir el reglamento. Los trabajadores recién desempleados, en condiciones normales, recibirían, a través de sus sindicatos o mutuas, un tercio de su salario anterior durante un periodo de tres meses.

Pero las funciones de la Caja Nacional contra el Paro Forzoso realmente eran más institucionales que económicas, como las de «difundir e inculcar la previsión contra el paro por los medios que estime convenientes […], asesorar al Gobierno y a las instituciones que se propongan luchar contra las causas del paro, o colocar a los parados, o proporcionarles los medios de atender a sus necesidades mientras se encuentren sin trabajo […], administrar [sus fondos] y aplicarlos a los fines que le estén confiados […] o estudiar la organización definitiva de un régimen de seguros contra el paro y de cualquier medio adecuado para prevenirlo, atenuarlo o corregirlo y aplicarlo, en su caso». En años sucesivos, el INP desplegó una serie de normas en este sentido (en 1934 y 1935), hasta que la Guerra Civil impidió el normal funcionamiento de las prestaciones por desempleo.