SABÍAS QUE ? Primeros movimientos carlistas (1833)

¿SABÍAS QUE…?

 

1. A pesar de su entrada en vigor el 2 de octubre de 1931, por problemas presupuestarios el Estado no puso dinero en la Caja Nacional contra el Paro Forzoso hasta el 1 de abril de 1932.

2. Cuando comenzó la Guerra Civil, el porcentaje de trabajadores asegurados por este sistema era del 1,2 %.

 

3 de octubre

 

En 1830, Fernando VII derogó la ley sálica de 1713 que impedía a las mujeres acceder al trono de España. El hermano del monarca, Carlos María Isidro, su esposa y los partidarios del absolutismo más radical y católico advirtieron entonces que la Pragmática Sanción promulgada por Carlos IV en 1789 contra aquella ley no había derogado su vigencia por defectos de forma, por lo que todavía podían impedir legalmente que la niña del rey, Isabel, se convirtiera en la princesa de Asturias. Para ellos, el heredero a la Corona de España era don Carlos María Isidro de Borbón, tío de la recién nacida.

Los principales seguidores de Carlos, los llamados «apostólicos», constituían una facción ultraconservadora que se había enfrentado a Fernando VII por considerarlo excesivamente permisivo con los liberales —siempre que al interesado monarca le convino—, sobre todo durante el Trienio Liberal (1820-1823), cuando protagonizaron varias revueltas en Vizcaya, Navarra y Cataluña, principales bastiones de los absolutistas.

Carlos María Isidro se negó a reconocer a Isabel como sucesora de su hermano y por ello fue desterrado a Portugal, donde no perdió la oportunidad de conspirar para que se produjeran levantamientos contra la princesa. Incluso pocos días antes de la muerte del rey, acaecida el 29 de septiembre de 1833, alentó un pronunciamiento en Talavera de la Reina que fue «debidamente» sofocado: todos los insurgentes fueron fusilados.

Ante la amenaza reaccionaria, la regente María Cristina decretó una amnistía para el resto de los carlistas y llamó a su lado a los liberales. Pero Carlos, de manera unilateral, dictó un manifiesto el 1 de octubre desde Abrantes (Portugal) que lo proclamaba rey de España bajo el nombre de Carlos V. El texto decía así:

No ambiciono el trono; estoy lejos de codiciar bienes caducos; pero la religión, la observancia y cumplimiento de la ley fundamental de sucesión y la singular obligación de defender los derechos imprescriptibles de mis hijos y todos los amados consanguíneos me esfuerzan a sostener y defender la corona de España del violento despojo que de ella me ha causado una sanción tan ilegal como destructora de la ley que legítimamente y sin alteración debe ser perpetuada.

El 3 de octubre se produjeron las primeras insurrecciones en el País Vasco, Navarra y Logroño; el resto de sublevaciones apenas fueron secundadas, salvo en Castilla la Vieja, el norte de Cataluña y el Maestrazgo. Los carlistas navarros y vascos de las agrupaciones locales del recién disuelto ejército de Voluntarios Realistas —creado por Fernando VII en 1823 para defenderse de los brotes revolucionarios liberales— tuvieron más éxito y sus paupérrimas dotaciones al menos sirvieron para unir fuerzas, sobre todo las vallisoletanas de Santos Ladrón de Cegama, las de Logroño, donde proclamaron rey a Carlos V de Borbón, y las de Navarra, con Tomás de Zumalacárregui al frente. A los pocos días se inició la primera guerra carlista.


Понравилась статья? Добавь ее в закладку (CTRL+D) и не забудь поделиться с друзьями:  



double arrow
Сейчас читают про: