SABÍAS QUE ? Los atentados de Madrid (2004)

¿SABÍAS QUE…?

1. Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción el día en que su hermano Carlos cumplía cuarenta y dos años.

2. Carlos María Isidro se casó dos veces (1816 y 1838) con sendas hermanas de la segunda esposa de su hermano Fernando.

11 de marzo

Entre las 7:37 y las 7:41 horas de la mañana del jueves 11 de marzo de 2004, en plena hora punta, diez explosiones causadas por diez mochilas-bomba destrozaban cuatro trenes de cercanías que unían Alcalá de Henares con Madrid y otras poblaciones cercanas. Los convoyes se encontraban ya en el municipio de la capital cuando se produjeron las deflagraciones: el primero, en la estación de Atocha; el segundo, en la del Pozo del Tío Raimundo (a 4,5 kilómetros); el tercero, en la calle Téllez (a 500 metros) y el cuarto, en la estación de Santa Eugenia (a 7,5 kilómetros). Los datos de víctimas finales, 191 muertos y más de mil ochocientos heridos, convirtieron a este acto terrorista en el más grave de la historia de España.

Tras las explosiones, el horror se apoderó de los supervivientes, de las personas que ayudaron a las víctimas y del personal sanitario y policial. Más tarde, el caos informativo se adueñó de todo el país, sobre todo a medida que iba aumentando el número de víctimas mortales. En un principio las fuentes gubernamentales —del Partido Popular— apuntaron a ETA como autora de la masacre, pero pronto surgieron versiones discordantes. Todavía con falta absoluta de pruebas, tanto el empecinamiento del ministro del Interior, Ángel Acebes, en atribuir a ETA la responsabilidad de la matanza como la de otras fuentes en señalar que habían sido muyahidines contribuyeron a crear una situación sociopolítica muy tensa que se mezcló con el horror de lo ocurrido y el ambiente preelectoral en que se hallaba España, a tres días de elecciones generales.

Al día siguiente comenzó a tomar fuerza la hipótesis del atentado yihadista, más concretamente de al-Qaeda, así como el clamor popular por saber quién había detrás de los atentados. No fue hasta el sábado 13 por la tarde, víspera de las elecciones, cuando tres ciudadanos marroquíes y dos indios fueron detenidos por su relación con la masacre. Esa misma noche se produjeron concentraciones populares frente a diversas sedes del Partido Popular, sobre todo ante la nacional de Madrid, y caceroladas por las calles de muchas ciudades españolas en las que se exigía la verdad. El Gobierno en funciones del PP se quejó amargamente del intento de la oposición por manipular al electorado en la jornada de reflexión.

La verdad es que el apoyo del Gobierno de España en 2003 a la intervención militar en territorio iraquí por parte de tropas estadounidenses y británicas, el momento en que ocurrieron los atentados y los resultados electorales, absolutamente opuestos a todas las encuestas previas, dieron pie a que se sucedieran diversas especulaciones, enmarcadas en las llamadas «teorías de la conspiración», que dificultaron las posteriores investigaciones y diligencias, incluida la propia instrucción judicial del caso. Tampoco ayudó que tres semanas después, siete sospechosos de los atentados del 11-M se inmolaran en un piso de Leganés cuando se encontraban rodeados por la Policía.

La sentencia del macrojuicio (octubre de 2007) condenó a dos ciudadanos marroquíes como autores materiales de la masacre, a un español como cooperador necesario, a otros nueve marroquíes por pertenencia a banda armada, a otro marroquí, a un argelino y a un libanés como colaboradores con organización terrorista, y a tres españoles por estar envueltos en una trama de explosivos.