SABÍAS QUE ? Firma del Tratado de Adhesión a la CEE (1985)

¿SABÍAS QUE…?

 

1. En cierto sentido podría decirse que el conflicto con Catalina es el origen del anglicanismo.

2. María Tudor, soberana de Inglaterra entre 1553 y1558, fue reina consorte de España por su boda con Felipe II (1554), quien, a su vez, fue rey de Inglaterra desde entonces hasta la muerte de María en 1558.

 

12 de junio

 

 Firma del Tratado de Adhesión a la CEE (1985)

El 1 de enero de 1986 España alcanzaba un objetivo largamente deseado: el ingreso efectivo en la Comunidad Económica Europea (CEE). Tras arduas negociaciones, Giulio Andreotti, presidente de turno de la Comunidad, anunciaba el 30 de marzo de 1985 el acuerdo alcanzado con la delegación española. Para ello había sido necesario vencer la tradicional resistencia de Francia —que veía en España un competidor directo en materia agrícola— y solucionar el problema de la financiación del nuevo Mercado Común, ya que la ampliación hacía imprescindible el aumento de recursos. Finalmente, el 12 de junio de 1985 se llevó a cabo en el Palacio Real de Madrid la firma oficial del Tratado de Adhesión de España, que daría paso a la «Europa de los doce». Ese día se realizaba el tercer acto de adhesión (de ocho hasta la fecha) al original tratado de la CEE firmado por los seis Estados fundadores (Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Italia y República Federal Alemana), precedido por los de 1973 (Reino Unido, Irlanda y Dinamarca) y 1981 (Grecia), y culminado en 2013 con la incorporación de Croacia a la «Unión Europea de los veintiocho».

Minutos antes de la firma del acuerdo internacional del 12 de junio, el rey Juan Carlos I y el presidente del Gobierno, Felipe González, dieron sendos discursos, de los que pueden destacarse, respectivamente, dos frases: «Los Gobiernos españoles sabrán cumplir el compromiso europeo de España» y «España aporta su saber de nación vieja y su entusiasmo de pueblo joven con la convicción de que un futuro de unidad es el único posible».

El artículo 2 del acta relativa a las condiciones de adhesión y a las adaptaciones de los tratados es el que comprometía a España con la CEE: «Desde el momento de la adhesión, las disposiciones de los tratados originarios y los actos adoptados por las instituciones de las Comunidades antes de la adhesión obligarán a los nuevos Estados miembros [la República Portuguesa se sumaba también a la CEE el mismo día en Lisboa] y serán aplicables en dichos Estados en las condiciones previstas en estos tratados y en la presente acta».

La gran noticia de la unión de España con los otros once países europeos se había visto empañada el día anterior por el terrorismo de ETA, que había segado la vida de cuatro personas en tres atentados, y el 13 de junio algunos diarios aún se resentían; por ejemplo, La Vanguardia tituló en su portada la noticia de la firma del tratado de esta manera: «ETA ensangrentó la histórica jornada. Voluntad común en la nueva Europa de los doce», y El País dedicaba la primera plana al acto de adhesión sin olvidar tampoco a la banda terrorista: «España se une al proyecto de la Europa unida mientras ETA intenta sembrar el terror». Por su parte, ABC fue directo a la noticia del día: «Madrid, capital de Europa».

Los atentados de la banda asesina habían estado presentes en el propio discurso del acto de adhesión que pronunció el presidente del Gobierno: «España aportará su esfuerzo a la concreción de una Europa de la paz y la justicia. Nadie, mediante la coacción y la violencia, podrá torcer ese propósito de paz». Para González estaba claro que había que seguir adelante con el proyecto de futuro que había emprendido España: «Este hecho significa la culminación de un proceso de superación de nuestro aislamiento secular y la participación en un destino común con el resto de los países de la Europa occidental».


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