2021-11-13
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¿SABÍAS QUE…?
1. En 1954, el Gobierno de Franco modificó la ley y, entre otros cambios, añadió otra categoría a los «rufianes y proxenetas»: los «homosexuales».
3. La ley de vagos y maleantes sería derogada por la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, de 1970, con penas más duras que la anterior.
6 de agosto
Fallece Velázquez (1660)
Velázquez representa la cima del arte pictórico español, cuyo asombroso arte desplegó entre retratos troppo veri, escenas cotidianas cortesanas o mundanas y pasajes mitológicos adaptados a sus sentidos, con una brillantez técnica y un espíritu naturalista tan sublimes que lo han situado entre los más grandes pintores de la historia.
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez nació en Sevilla en 1599. A los doce años entró como aprendiz en el taller que Francisco Pacheco tenía en Sevilla, donde permaneció cinco años más. En 1618 se casó con la hija de su maestro, y en abril de 1622 viajó a Madrid con la intención de introducirse en la corte de Felipe IV. En octubre de 1623 fue nombrado pintor de cámara y poco a poco fue ascendiendo en su escalafón cortesano: ujier de cámara (1627), ayuda de guardarropa (1634), ayuda de cámara (1643) y aposentador de palacio (1652), lo que le llevó a desempeñar la función de supervisor de obras arquitectónicas y decorativas. La carrera de Velázquez en el círculo real tendría su culminación cuando fue nombrado caballero de la Orden de Santiago (1658), dos años antes de morir en sus aposentos de la Casa del Tesoro, contigua al alcázar de Madrid, el 6 de agosto de 1660.
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Con Velázquez hizo irrupción el realismo barroco, patente en sus primeros lienzos, aunque ya tendía hacia el realismo popular, como en El aguador de Sevilla, Almuerzo, Vieja friendo huevos, La cena de Emaús o Cristo en casa de Marta y María. El pintor sevillano ejecutó con el mismo realismo obras de asunto religioso y retratos, como Adoración de los Magos, Santo Tomás, La imposición de casulla a san Ildefonso o Jerónimo de la Fuente.
En la Corte realizó retratos que siguen las pautas de los áulicos españoles del siglo anterior, como son los de Felipe IV, el infante Carlos o el conde-duque de Olivares. Se nota el progreso de su articulación compositiva, mezclada con la sugestión atmosférica, en el primero de sus retratos de bufones, Calabazas, y en algunas escenas religiosas, como Cristo flagelado contemplado por el alma cristiana o La tentación de santo Tomás de Aquino, aunque su composición más importante de la década de 1620 es El triunfo de Baco o Los borrachos. Durante su viaje a Italia de 1629-1631 pintó, entre otras, La fragua de Vulcano y las dos vistas de Villa Medici.
La actividad de Velázquez en las décadas de 1630 y 1640 se centró cada vez más en el retrato, etapa en la que hizo una descripción de los personajes de la corte de Felipe IV con gran naturalidad y equilibrio entre el estudio psicológico y la simplicidad de la composición. De esta época es La rendición de Breda o Las lanzas, que realizó para el Salón de Reinos del palacio del Retiro.
En su segundo viaje a Italia (1649-1651) para adquirir obras de arte destinadas a la colección real, pasó la mayor parte de su tiempo en Roma. Allí pintó una docena de retratos, entre ellos los de Inocencio X, Juan Pareja y Olimpia Pamphili, que dieron a Velázquez gran prestigio internacional.
En el último decenio de su vida realizó obras como Las hilanderas, en la que se preocupó por el movimiento y la luz, y retratos de Corte como los de la infanta María Teresa, la infanta Margarita, el infante Felipe el Próspero o Felipe IV. El cuadro de Las meninas (1656), síntesis del retrato de grupo y del estudio del interior con complejas fuentes de luz, supone la cima de la pintura de Velázquez.
