2021-11-13
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¿SABÍAS QUE…?
1. La noche del 10 de noviembre, Aznar llamó por teléfono a Rodríguez Zapatero y al rey para agradecerles sus intervenciones.
2. En el verano de 2008, el rey Juan Carlos recibió a Chávez en el palacio de Marivent (Mallorca) y, tras un abrazo, le regaló una camiseta en la que podía leerse: «¿Por qué no te callas?».
11 de noviembre
El emirato de Córdoba libera Sevilla de los vikingos (844)
En el año 844 de los Anales de San Bertín (830-882), hallados en Francia, se encuentran las primeras referencias escritas sobre la presencia de los vikingos en la península Ibérica, confirmada un siglo después por el historiador andalusí al-Cutia. La crónica franca explica ese primer contacto prolongado en el tiempo de forma tan resumida como escueta:
Los hombres del norte remontaron el río Garona tan lejos como hasta Toulouse y cometieron pillaje a lo largo de la orilla con impunidad. Algunos, después de abandonar la región, marcharon hacia Galicia y perecieron, parte de ellos por los ataques de los arqueros que habían acudido a resistirlos, parte de ellos en el mar superados por una tempestad. Pero otros se adentraron en Hispania y se vieron envueltos en largos y desesperados combates contra los sarracenos.
Los piratas noruegos, cuyos barcos fueron desviados por un temporal hacia la costa cantábrica occidental, intentaron un primer ataque en Gegio (Gijón), pero cuando se percataron de lo bien fortificada que estaba la ciudad, abandonaron la misión. Entonces continuaron hacia el oeste hasta encontrarse con el faro de Brigantium, esto es, la Torre de Hércules, en La Coruña. Aunque pretendieron saquear la zona, sus habitantes resistieron el tiempo suficiente para que Ramiro I de Asturias pudiera reunir un ejército y consiguiera expulsar a los nórdicos, que ya habían dejado su terrible huella de destrucción en el interior de la actual provincia coruñesa: iglesias y aldeas enteras fueron reducidas a cenizas.
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A pesar de este triunfo astur-leonés, los vikingos que sobrevivieron a esta guerra huyeron por mar bordeando la costa gallega hacia el sur. Cuando llegaron a Lisboa, tomaron la ciudad y sus alrededores en pocos días. Tras dos semanas de saqueo y destrucción, se hicieron a la mar hasta que volvieron a bordear otro de los extremos peninsulares, el cabo de San Vicente, para orientarse hacia el este.
Cuando encontraron la desembocadura del Guadalquivir, vieron que era posible navegarlo hacia arriba. En algún momento entre el 25 de septiembre y el 1 de octubre de 844 llegaron a Hispalis (Sevilla) y se hicieron con la ciudad —no sin oposición— en una semana. Lo peor para los hispalenses fue que los vikingos permanecieron allí cuarenta días. Durante este tiempo, el emirato de Córdoba pudo juntar tropas suficientes para reunirse en Carmo (Carmona), a pocos kilómetros de Sevilla, a finales de octubre. A la semana siguiente, el ejército de Abderramán II, mucho más numeroso que el escandinavo, entró en la ciudad, y el 11 de noviembre consiguió liberarla. En su huida, los vikingos supervivientes hicieron bastante daño antes de echarse de nuevo a la mar. A mediados de noviembre se sabe que navegaron el río Tinto y que saquearon varias poblaciones. Tras su salida al mar por Onuba (Huelva), desaparecieron en el océano de vuelta hacia el Atlántico Norte.
