SABÍAS QUE ? Pedro Muñoz Seca, fusilado (1936)

¿SABÍAS QUE…?

1. Su obra, con alrededor de ochenta libros publicados, era muy variada en temática y géneros: comedia, poesía, prosa, epistolarios, diarios, memorias, informes, biografía, pedagogía, economía, arte, derecho, política… y botánica.

2. El reglamento que escribió para el Colegio Imperial de Calatrava en 1790 está considerado por muchos el mejor plan de enseñanza diseñado en la Europa del siglo XVIII.

28 de noviembre

 Pedro Muñoz Seca, fusilado (1936)

Ante la inminencia de la batalla de Madrid, el Gobierno de Largo Caballero decidió, el 6 de noviembre de 1936, abandonar la ciudad y trasladarse a Valencia. En la capital se dejó formada una Junta de Defensa, presidida por el general Miaja, aunque el poder real quedó en manos del PCE y de las Juventudes Socialistas Unificadas, mientras aumentaba la influencia de los asesores soviéticos. En estas circunstancias se realizó la evacuación de los prisioneros políticos y militares —alrededor de diez mil— que aún permanecían en las cárceles de Madrid. La realidad es que alrededor de 2.400 fueron ejecutados sumariamente en las distintas sacas mortales —no todas lo eran ni todos los días se llevaban a cabo— efectuadas entre 7 de noviembre y el 4 de diciembre en una localidad cercana del noreste de la capital, Paracuellos de Jarama. El 28 de noviembre le tocó el turno a otro numeroso grupo de infortunados, entre ellos el famoso dra­matur­go Pedro Muñoz Seca.

El gran Valle-Inclán había escrito que, aunque quitásemos al teatro de Muñoz Seca el humor, la caricatura, el ingenio satírico y la facilidad para la parodia, seguiríamos ante «un monumental autor de teatro». Este andaluz (Puerto de Santa María, 1879-Paracuellos de Jarama, 1936) de ingenio finísimo y humor ocurrente, con un gran dominio de la técnica teatral y de fácil pluma —autor de más de doscientas obras—, se licenció en Derecho y en Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla el mismo año (1901) en que estrenaba su primera pequeña obra cómica (Las guerreras) en la ciudad hispalense. En 1904 viajó a Madrid para quedarse, y ese año estrenó El contrabando. Después de cultivar el sainete y el juguete cómico hasta ¡Por peteneras! (1911), creó, en colaboración con Pedro Pérez Fernández, el género que se dio en llamar «astracán», con su obra Trampa y cartón (1912). Su colaboración con Enrique García Álvarez marcó el apogeo de este tipo de obras, cuyos ejemplos más notables pueden ser El verdugo de Sevilla (1916), La venganza de don Mendo (1918), parodia de los dramas poéticos y posiblemente la mejor obra del autor, y Los extremeños se tocan (1926).

También quiso probar que poseía cualidades de verdadero dramaturgo con algunas otras piezas, como El último pecado (1918), el melodrama La razón de la locura (1919) y la alta comedia titulada El conflicto de Mercedes (1922). Sin embargo, no han faltado críticos que afirman que en el «astracán» Muñoz Seca pisó su terreno más firme y que, en cambio, fuera de él, no estaba a la altura de la popularidad que alcanzó. En sus últimos años, sin perder sus características, dotó a sus creaciones de un matiz político y de circunstancias, en línea con sus posturas antirrepublicanas, como en La oca (1931), Anacleto se divorcia (1932), rapidísima respuesta satírica a la recién promulgada ley de divorcio; La voz de su amo (1933), La EME (1934) y La plasmatoria (1935). Y es que el popular dramaturgo se tomaba su humor muy en serio. Fue capaz de llevarlo hasta el extremo cuando, unos días antes de ser ejecutado, dicen, confesó a un carcelero algo así como: «Me podéis quitar todo: la familia, la libertad, mis bienes… Pero hay una cosa que no me podéis quitar: el miedo que tengo».