2021-11-13
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¿SABÍAS QUE…?
1. Fueron procesadas treinta y tres personas, de las cuales veintitrés fueron condenadas a diversas penas de prisión, siete a suspensión de empleo y tres absueltas.
2. Ninguno de los tres máximos responsables cumplió íntegras sus penas: Armada fue indultado en 1988; Miláns, en 1990, y Tejero fue puesto en libertad condicional en 1996.
24 de febrero
Nace Rosalía de Castro (1837)
La figura cumbre de la literatura gallega y renovadora de la poesía en castellano, con una lírica intimista y desesperanzada, cuya valoración crítica ha crecido con el paso del tiempo, fue también autora de novelas que combinan el realismo propio de la época y los elementos fantásticos.
Teresa de Castro, una mujer soltera de familia acomodada, se quedó embarazada por obra y gracia de un seminarista. Dio a luz a una delicada niña en Camino Novo, un arrabal de Santiago de Compostela, el 24 de febrero de 1837. La llamó Rosalía, de quien poco se sabe sobre su infancia, salvo que su nodriza le enseñó la lengua gallega, que ya muy pequeña le gustaban las artes (dibujo, música, poesía) y que a los diecisiete años destacó en la sociedad literaria del Liceo de la Juventud como actriz, entre otras facetas.
Con diecinueve años se trasladó a Madrid, alojándose en la casa de una tía suya. Al poco tiempo, apartada de las reuniones sociales, publicó su primer libro de poesías, La flor (1857), en el que ya expresa con gran sinceridad un sentimiento trágico de la existencia. Esta obra fue muy bien reseñada por Manuel Martínez Murguía, crítico de la La Iberia, con quien Rosalía se casó al año siguiente. Por mediación de este, la poetisa entró en contacto con el sevillano Bécquer y con los círculos literarios de Madrid.
A pesar de la enfermedad crónica de Rosalía, aquejada de tuberculosis, y de la poca felicidad que le aportaba su marido, dio a luz a su primera hija (más tarde tendría cinco hijos más). En la década de 1860, Rosalía vivió en varias localidades por razones laborales de su marido, y, al comenzar la siguiente, por los mismos motivos, ambos se trasladaron a Galicia (La Coruña, Santiago, Padrón), donde ella luchó contra su enfermedad, las penurias económicas y su marido, ya que solo publicaba obras a instancias de él —las novelas Ruinas (1866) o El caballero de las botas azules (1867), por ejemplo—, aunque nunca hubiera dejado de escribir.
En esta época escribió en gallego varias de sus obras cumbres, como Cantares gallegos (1863), título que hoy la sitúa entre los precursores del resurgimiento cultural de Galicia, ya que, valiéndose de una métrica innovadora que evoca la antigua poesía galaico-portuguesa, rescata los tipos populares gallegos que a lo largo del libro la autora va encarnando. O como Follas novas, escrita durante su estancia en Simancas (Valladolid) a mediados del decenio de 1860 pero publicado en 1881, considerada por la crítica como el cénit de la poesía gallega. En ella, Rosalía abre su corazón sin ningún propósito didáctico ni reivindicativo, y expresa con gran autenticidad su visión íntima de la vida, pesimista y oscura, adversa y dolorosa.
Los dos últimos años de su vida, gravemente enferma, continuó escribiendo, pero no publicó nada salvo su obra maestra en castellano, En las orillas del Sar (1884), escrita muchos años antes, anticipadora de la lírica moderna, con una métrica original, de versos íntimos y profundos, desprovistos de esperanza y evocadores de imágenes religiosas inquietantes y poco tradicionales. El 15 de julio de 1885 murió en su casa de Padrón, con tan solo cuarenta y ocho años.
