¿SABÍAS QUE…?
1. El estilo churrigueresco tuvo amplia e inmediata difusión en América, sobre todo en los virreinatos del Perú y Nueva España (México).
2. Nuevo Baztán fue un proyecto pionero en España, con sus fábricas, iglesia, casas para operarios, etc.
3. Su estilo definió por extensión a casi todo el barroco arquitectónico y escultórico español del primer tercio del siglo XVIII.
22 de marzo
Fernando VII, el Deseado, entra en España (1814)
Fernando VII, que por su propio interés era ferviente seguidor del absolutismo más radical, ya había escrito a los españoles desde el castillo de Valençay (Francia), tras el levantamiento popular de mayo de 1808 contra los invasores franceses en Madrid, una proclama para convencer a los ciudadanos de que obedecieran a Napoleón. Las abdicaciones de Bayona (mayo de 1808) harían el resto: mientras José Bonaparte, hermano del emperador francés, hacía las veces de rey de España y el pueblo español se desangraba, el Borbón pasaría la Guerra de la Independencia española en el centro de Francia en condición de «invitado».
Los reveses bélicos que la guerra en España infringió a los militares franceses provocó, entre otras razones, que Napoleón viera las cosas de distinto modo: en diciembre de 1813, el corso firmó un tratado con Fernando VII, el de Valençay, por el que los franceses abandonarían España, y el Deseado podría coronarse rey de todos los españoles. Las sucesivas juntas de regencia durante la Guerra de la Independencia —verdadero Gobierno de España durante la invasión francesa— habían trabajado intensamente y logrado sacar adelante una de las normativas europeas más avanzadas de la época, la Constitución de 1812, que apenas había podido entrar en vigor en los dos años siguientes a su proclamación.
Liberado Fernando de su cautiverio, en los primeros días de marzo de 1814 puso rumbo a España, la cual pisó por primera vez tras seis años el 22 de marzo. El general Copóns lo recibió en Figueras y lo acompañó hasta cruzar el río Fluviá, unos doce kilómetros más al sur, donde el rey fue recibido de forma apoteósica. Fue allí donde comenzó a darse cuenta de la influencia que ejercía sobre el pueblo, hecho que utilizaría después ante la Regencia para recordar a los constitucionalistas «las innumerables pruebas de fidelidad que le ofrecían sus “vasallos”», a sabiendas de que esta última palabra entrecomillada había sido prohibida por las Cortes de Cádiz por ser considerada denigrante.
Las verdaderas intenciones del rey quedaban así al descubierto. Estas se vieron reforzadas en el mes siguiente por las de la nobleza, que se había sentido muy herida por la supresión de los señoríos, y las de la mayor parte de la jerarquía eclesiástica, que se oponía a las reformas liberales de una forma manifiestamente clara, mientras que el pueblo vivía una esperanza ilusoria fruto de los sufrimientos de la guerra. Y así fueron llevadas a la práctica el 4 de mayo, con un decreto por el cual el rey derogaba la Constitución y afirmaba el carácter absoluto de su poder, rechazando toda la obra de las Cortes de Cádiz, favoreciendo el enfrentamiento entre absolutistas y liberales, y dando comienzo a una persecución contra estos. Muchos fueron encarcelados y otros se vieron obligados a huir. El 10 de mayo, el general Eguía tomó Madrid y proclamó a Fernando como rey absoluto. Al día siguiente, la Gaceta de Madrid publicó el decreto del 4 de mayo, dando comienzo al llamado sexenio absolutista.






