SABÍAS QUE ? La Pragmática Sanción de Fernando VII (1830)

¿SABÍAS QUE…?

 

1. El 29 de marzo, más de quince mil personas se hallaban concentradas en el puerto de Alicante para poder embarcar y huir de España.

2. El último bombardeo de la Guerra Civil fue el que realizó la aviación franquista —con bombarderos italianos— el mismo 28 de marzo sobre el puerto de Gandía (Valencia).

 

29 de marzo

 

 La Pragmática Sanción de Fernando VII (1830)

La famosa Ley Sálica —realmente, «Nuevo Reglamento sobre la Sucesión de estos Reynos»— fue una norma que aprobó el rey Felipe V, el primer monarca español de la Casa de Borbón, en mayo de 1713, con las condiciones finales que habían impuesto las Cortes; esto es, que la mujeres podrían heredar la Corona siempre que no tuvieran hermanos varones, en contra de la voluntad inicial del rey, que quería dar preferencia a los varones en todo caso, cambiando de línea familiar si fuera necesario.

En septiembre de 1789, uno de sus nietos, Carlos IV, reunió a las Cortes con el objeto principal de tratar el asunto de la sucesión de la Corona, vistos los acontecimientos del mes de julio anterior en Versalles y París, ya que el rey español todavía conservaba derechos sobre el trono francés en virtud de los que había tenido su abuelo. El monarca estaba preocupado por la supervivencia de sus descendientes masculinos, por la posibilidad de que a través de su hija, la infanta Carlota, casada con el heredero de la Corona portuguesa, pudiera unir ambos reinos, y por razón de su nacimiento, ya que el príncipe de Asturias, en virtud de la ley de 1713, debe ser español de nacimiento y haberse criado en España, condiciones que no cumplía Carlos IV, que había nacido en Portici (1748) y se había criado en Nápoles (hasta 1759).

Las Cortes aprobaron finalmente el orden sucesorio tradicional de Castilla, por el cual heredaría el trono el mayor de los hijos del rey, aunque fuera mujer, pero con preferencia de los varones. Ahora bien, la Pragmática no entró en vigor sencillamente porque no fue sancionada ni promulgada ni publicada, no se sabe bien si por razones de política exterior —Nápoles estaba gobernada por la Casa de Borbón— o si debido al pánico que había causado en el monarca el reciente asalto popular al palacio de Versalles (6 de octubre).

Cuarenta años después, el 29 de marzo de 1830, el hijo de Carlos IV, Fernando VII, hizo lo único que le restaba a la Pragmática Sanción acordada por su padre: publicarla. Las circunstancias así lo aconsejaban. El Deseado había contraído matrimonio por cuarta vez el año anterior, y la reina, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, esperaba un hijo —una niña que nació el 10 de octubre de aquel mismo año, la futura Isabel II—. Los sectores más conservadores, agrupados en la figura del infante don Carlos María Isidro de Borbón, hermano del rey, conspiraron para que el nuevo orden sucesorio no se hiciera efectivo.

Dos años y medio después, el monarca, gravemente enfermo, llegó a firmar en el palacio de La Granja un decreto que derogaba la propia Pragmática —manipulado por cortesanos probablemente afectos a don Carlos María Isidro—, aunque, una vez restablecido, lo anuló (31 de diciembre de 1832). Tras la muerte de Fernando, en virtud de la Pragmática Sanción, su hija Isabel heredó la Corona, bajo la regencia de su madre, María Cristina. Por su parte, el infante don Carlos no tardaría en reclamar sus derechos, dando origen a la primera guerra carlista.


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