2021-11-13
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¿SABÍAS QUE…?
1. Felipe González, como jefe de la oposición, anunció en el pleno que aprobó el ingreso en la OTAN (29 de octubre de 1981) que cuando su partido llegase al poder, convocaría un referéndum sobre la cuestión, como así sucedió cuatro años y medio después.
2. Javier Solana, uno de los abanderados del eslogan «OTAN, de entrada, no» de 1981, y ministro de Cultura en el primer Gobierno de Felipe González, quince años después terminó siendo el secretario general de la Organización Atlántica.
31 de mayo
Atentado contra Alfonso XIII en su cortejo nupcial (1906)
Que Alfonso XIII eligiera a Victoria Eugenia de Battenberg, una joven inglesa, nieta nada menos que de la reina Victoria del Reino Unido, como esposa se podía interpretar como un gesto liberal de acercamiento a un país de impecable tradición monárquica y democrática como lo era Inglaterra. Además, resultaba «muy moderno» que la elección de la futura reina de España estuviera precedida de una historia de amor. Alfonso había elegido a «la princesa más bella de Europa», aunque fuese de «categoría inferior» a la que hasta entonces se había exigido para casarse con un rey de España. Por primera vez, la prensa había seguido el regio noviazgo y el público se sentía implicado en los amoríos del rey.
La ceremonia trajo a Madrid a representantes de toda la realeza europea, y para celebrar el evento se habían programado numerosos festejos, desde corridas de toros hasta batallas de flores. Una novedad ponía a Madrid al nivel de otras grandes capitales: las iluminaciones eléctricas con mensajes de felicitación y filigranas artísticas, aunque el acontecimiento central de la celebración fuera el desfile del cortejo nupcial. La boda era un acto que solo vería la élite con acceso a la iglesia de los Jerónimos —junto al Paseo del Prado—, y ni siquiera habría fotografías de los novios ante el altar. El pueblo disfrutaría del espectáculo de las carrozas de la Casa Real y la brillante escolta de coraceros. Además, la Grandeza de España competía con sus coches más lujosos, sus mejores tiros de caballos y sus criados con librea heráldica.
El cortejo atravesó Madrid desde el Palacio Real hasta los Jerónimos y viceversa. Faltaban muy pocos metros para que concluyera el desfile. Eran las dos y cuarto de la tarde. La carroza con los recién casados se encontraba al final de la calle Mayor cuando desde el cuarto piso del número 88 alguien lanzó un voluminoso ramo de flores que reventó la celebración. Se trataba del anarquista Mateo Morral, que había pretendido asesinar al rey con dos cajas de caudales convertidas en bombas envueltas en las flores. «La gente se arremolinó, loca de terror […]. Los cuatro troncos de caballos tordos claros que arrastraban el carruaje ocupado por los reyes, espantáronse […]. El cochero cayó al suelo desde lo alto del pescante. […] Se vio a la reina Victoria asomarse a la ventanilla derecha, sacar el busto fuera y hacer ademanes para tranquilizar a la multitud aterrada. Por la misma ventanilla, y con evidentes señales de la tremenda impresión que había recibido, se asomó el Rey».
El diario ABC del día siguiente, de donde procede este entrecomillado, dio buena cuenta de todo lo sucedido, pero abrió la información en la página 3, dando crónica de la boda, y no desarrolló el terrible suceso hasta la página 15, cuyo titular, paradójicamente, fue elocuente por incompleto: «Una bomba de dinamita contra el coche real». Los recién casados monarcas habían salido indemnes, pero la dimensión real del suceso podría haber dado un titular bien distinto: veinticuatro muertos y más de cien heridos.
