SABÍAS QUE ? Espartero asume la jefatura del Gobierno, antesala de su regencia (1840)

¿SABÍAS QUE…?

1. Durante la tramitación parlamentaria, en las calles de casi toda España hubo decenas de manifestaciones antiestatutarias y llamadas al boicot de productos, e incluso de comerciantes, catalanes.

2. El Estatuto de Cataluña fue derogado por Franco en plena Guerra Civil, el 5 de abril de 1938, en cuanto las tropas rebeldes tomaron Lérida.

16 de septiembre

 Espartero asume la jefatura del Gobierno, antesala de su regencia (1840)

La muerte de Fernando VII en 1833 provocó un conflicto dinástico entre los partidarios de Isabel, hija del rey difunto, y de Carlos María Isidro, su hermano, que dio origen a la primera guerra carlista (1833-1840). En mayo de 1834, Baldomero Espartero (1793-1879), general en jefe de Vizcaya, dirigió el primero de los levantamientos de los sitios carlistas de Bilbao y, tras su sonada victoria en Luchana (diciembre de1836) —tras liberar Bilbao por segunda vez—, la que fuera reina, ahora regente, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, madre de Isabel, le dio un título nobiliario y lo ascendió a general en jefe del ejército del norte.

Pero en 1837, a pesar de promulgarse una Constitución —en realidad, una revisión de la liberal de 1812 para que los partidos Moderado y Progresista pudieran turnarse en el Gobierno sin tener que cambiarla—, el clima de inestabilidad política, con ejecutivos efímeros e inoperantes en lo legislativo, seguía enturbiando el proceso de modernización institucional, social y económica que el país necesitaba. Esta incompetencia política, sumada a la guerra y, probablemente, el matrimonio morganático de la regente con un guardia personal (Fernando Muñoz), comenzaba a hacer mella en el pueblo, que hasta entonces había idolatrado a María Cristina. El propio Espartero había sido partícipe de la inoperancia gubernamental entre julio y octubre de 1837 con dos breves incursiones en el Gobierno, un mes como ministro de la Guerra y apenas dos como presidente, aunque, sin duda, se encontraba también entre los críticos con el estado de la Regencia.

Sin embargo, en el terreno militar, Espartero continuaba haciendo la guerra a su modo. Las divisiones que el general había fomentado entre sus homólogos carlistas fructificaron el 31 de agosto de 1839 cuando el militar isabelino forzó el Convenio de Vergara con el carlista Rafael Maroto y puso prácticamente fin a la guerra —salvo en el este peninsular—. Por este motivo la regente volvió a dignificarlo, esta vez con el título de duque de la Victoria, y le encomendó la tarea de acabar con los últimos focos de rebelión en el Maestrazgo, lo que consiguió tras la toma de Morella (noroeste de la actual provincia de Castellón) el penúltimo día de mayo de 1840 tras dos semanas de lucha. La presión del ejército isabelino hizo que las últimas tropas carlistas todavía resistentes en Cataluña terminaran cruzando la frontera francesa a principios de julio.

Espartero fue condecorado una vez más por María Cristina con el ducado de Morella, pero no estuvo dispuesto a cambiar su postura de cambio de rumbo político. A partir de entonces, el general se apoyaría en su prestigio y popularidad para ejercer el poder político con el respaldo del Partido Progresista. Lo consiguió a través de su nombramiento como presidente del Consejo de Ministros el 16 de septiembre. Pero ni siquiera esto le impidió forzar la renuncia, menos de un mes después, de María Cristina, a quien él mismo sustituyó en el trono de la regencia.