SABÍAS QUE ? El Proceso de Burgos (1970)

¿SABÍAS QUE…?

1. Los restos mortales de Cortés fueron cambiados de lugar en nueve ocasiones y hoy descansan en la iglesia de Jesús Nazareno (Ciudad de México), precisamente donde él quería que lo enterraran.

2. Para su repentina expedición a México desde Cuba, Cortés consiguió reunir 11 barcos, 600 hombres (400 españoles y 200 indígenas), 32 caballos y 10 cañones.

3 de diciembre

 El Proceso de Burgos (1970)

El 7 de junio de 1968, durante un control de carretera, un guardia civil de tráfico fue abatido a tiros por los dos supuestos miembros del entonces «Movimiento de Liberación Nacional Vasco» que viajaban en un automóvil que había sido obligado a detenerse. Dos meses después, el 2 de agosto, ETA cometió el primer atentado premeditado de su historia: la víctima fue el jefe de la Brigada Político-Social de Guipúzcoa, Melitón Manzanas, que murió asesinado a tiros delante de su esposa y de su hija a la puerta de su casa.

A lo largo del año siguiente, la Policía detuvo a dieciséis miembros de ETA. El asesinato de un taxista en abril de 1969 y otros hechos delictivos se añadieron a la causa, por lo que a los inculpados se les acusó de «rebelión general continuada» y la instrucción pasó a la jurisdicción militar. El consejo de guerra —juicio conocido como el Proceso de Burgos— y la ausencia de garantías procesales dieron lugar a varias huelgas y a numerosas protestas en el País Vasco, todas ellas duramente reprimidas. Además, el secuestro del cónsul honorario alemán en San Sebastián dos días antes de la vista hizo que Europa pusiera sus ojos en el País Vasco y reparase en el juicio de Burgos, con lo que el caso alcanzó una repercusión internacional que el Gobierno había intentado evitar a toda costa.

El 3 de diciembre de 1970 comenzó el juicio sumarísimo en el edificio del Gobierno Militar en Burgos. En seis días estuvo visto para sentencia y el 28 de diciembre se conoció el fallo del tribunal: nueve penas de muerte (tres de los acusados recibieron dos), 519 años de prisión y una absolución. Todo a pesar de que, durante la vista, los dieciséis abogados y sus defendidos, conocedores de la presencia de la prensa internacional, intentaron desviar la atención de los hechos poniendo el énfasis en la represión del pueblo vasco y en la figura de Melitón Manzanas, señalado como torturador de decenas de detenidos por la Brigada Político-Social. Esto hizo que la opinión pública se decantase por la versión no gubernamental y, desde luego, que toda la oposición antifranquista, incluida buena parte de la población vasca, simpatizara —aunque no públicamente— con la banda.

La fortísima presión internacional pudo con el Estado, que no quería perder fuelle en su intento de situarse en la órbita de la comunidad occidental (CEE y OTAN). El penúltimo día del año, el Consejo de Ministros reunido en El Pardo acordó conmutar las penas de muerte por las inmediatamente inferiores. Franco sabía que este «gesto» sería interpretado como un signo de debilidad del régimen, y, en efecto, así fue.