SABÍAS QUE ? El Gobierno decreta el estado de alarma (2010)

¿SABÍAS QUE…?

1. Todos los encarcelados en el Proceso de Burgos fueron liberados por la Ley de Amnistía General de 1977, aunque los que fueron condenados a muerte habían sido expulsados previamente de España.

2. Hasta el juicio de Burgos, ETA se encontraba dividida entre los partidarios de continuar la lucha obrera y los de iniciar una actividad terrorista. Los defensores de la segunda opción fueron los vencedores.

4 de diciembre

 El Gobierno decreta el estado de alarma (2010)

En febrero de 2010, el Gobierno ordenó que la gestión de los controladores aéreos españoles, que desde 1999 se regulaban a sí mismos, pasara a manos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Por ello, en el mes de abril se publicó una ley que fijaba las nuevas condiciones laborales del colectivo y en agosto estipuló el máximo de horas anuales que cada empleado debía cumplir. A partir de la Semana Santa comenzó a registrarse un incremento anómalo de bajas laborales de controladores aéreos, y el Gobierno acusó al colectivo de realizar huelgas encubiertas. Por su parte, la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) reprochó al Ejecutivo que no considerase horas trabajadas «las guardias localizadas, las licencias y las ausencias por incapacidad laboral».

Durante el último fin de semana de noviembre de ese año, algunos controladores aéreos del aeropuerto de Santiago de Compostela fueron abandonando sus puestos de trabajo a medida que superaban las horas anuales legales. AENA los acusó de computar mal su jornada laboral y les ordenó que volvieran a desempeñar sus funciones. La USCA anunció que durante las siguientes semanas un centenar de compañeros actuarían del mismo modo. Unos días después, el ministro de Fomento, José Blanco, advirtió que, si los controladores continuaban sin ir a trabajar, se tomarían medidas extraordinarias. Y así lo hizo. El viernes 3 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó un decreto que excluía las bajas laborales y otros permisos, incluidos los de maternidad y paternidad.

A primeras horas de la tarde de aquel día, los controladores aseguraron que, en las condiciones impuestas por el Gobierno, se veían incapacitados para trabajar. Poco después los primeros vuelos comenzaron a verse afectados. Hacia las seis de la tarde, el temor general se confirmaba: la huelga de controladores aéreos era una realidad, ya que habían abandonado sus puestos de trabajo en la mayoría de las torres aeroportuarias (entre el 64,5 % y el 91,0 %, según las fuentes). Era la víspera del puente de la Constitución, que duraría hasta el miércoles 8, uno de los momentos de mayor tránsito aéreo del año. Decenas de miles de viajeros quedaron bloqueados en los aeropuertos, a muchos los obligaron a bajar de los aviones tras haber embarcado y varias aeronaves tuvieron que aterrizar en países vecinos. El caos, literalmente, se apoderó de España.

Por la noche, el ministro de Fomento advirtió que si los controladores no corregían su actitud, la situación pasaría a manos del Ministerio de Defensa. En efecto, la situación no cambió y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, antes de que acabara el día, militarizó legalmente el espacio aéreo español. A la mañana siguiente, día 4, el Gobierno publicó un real decreto por el que se declaraba «el estado de alarma para la normalización del servicio público esencial del transporte aéreo» por un periodo de quince días —el máximo permitido, aunque luego lo prorrogaría tras la aprobación del Congreso de los Diputados— y puso al personal civil del control aéreo bajo jurisdicción militar, con lo que el absentismo podía ser considerado un acto de sedición o de deserción. Aquella misma tarde, el 95,4 % de los controladores civiles estaba en su puesto de trabajo. Era la primera vez que se aplicaba el estado de alarma previsto en la Constitución de 1978.