SABÍAS QUE ? El Guernica de Picasso llega a Madrid para quedarse (1981)

¿SABÍAS QUE…?

1. La estructura fundamental de esta ley se mantuvo vigente hasta la Ley General de Educación de 1970.

2. Uno de los Gálvez (Bernardo), fundadores de la escuela de Macharaviaya (hoy Colegio Público Rueda) fue el fundador de la actual ciudad estadounidense de Galveston (Texas).

10 de septiembre

El 26 de abril de 1937, la villa de Guernica (Vizcaya) fue objeto de un intenso bombardeo de la aviación alemana que produjo numerosas víctimas y cuantiosos daños materiales. El hecho se enmarca en el desarrollo de la Guerra Civil: mientras los soviéticos de Stalin ayudaban a la República, Franco obtenía abundante ayuda humana y material de la Italia de Mussolini y de la Alemania de Hitler. Los aviones de la Luftwaffe realizaron un bombardeo-alfombra para probar los nuevos aviones y su armamento en previsión del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Este episodio horrorizó a la opinión pública internacional, ya que era la primera vez en la historia que una ciudad había sido en gran parte destrozada por un bombardeo desde el aire.

Picasso, exiliado en Francia y simpatizante del Gobierno republicano, apenas dos meses después del triste episodio, plasmó aquel horror en su obra Guernica, un óleo de grandes dimensiones en el que, entroncando con una rama de la tradición pictórica española, muestra las terribles consecuencias de la guerra. Muy influido por la tauromaquia, el pintor introdujo algunos de sus símbolos en la pintura, con un resultado de gran dramatismo. De inmediato, el cuadro se convirtió en un alegato por la paz y contra la guerra, y alcanzó la condición de símbolo internacional.

La obra —quizá la más elaborada de Picasso, que realizó cuarenta y cinco bocetos o estudios previos para dar al conjunto coherencia y expresividad— denuncia la violencia de una manera intemporal y siempre ha sido utilizada como un canto contra la sinrazón de la destrucción y la muerte en cualquier guerra. Picasso pintó a cuatro mujeres en actitudes desesperadas, que representan a la población civil, pero también al militar caído en la defensa, y a los animales, ajenos a la locura humana. Técnicamente, el Guernica tiene rasgos cubistas, junto a un marcado expresionismo en los gestos extremos de los personajes y una gran pureza y definición de líneas que recuerda al neoclasicismo.

Finalizada la Guerra Civil, el Guernica viajó al MoMA (Museum of Modern Art) de Nueva York. Por deseo expreso de Picasso, el cuadro no debía regresar a España hasta que el país no volviera a ser una democracia. A la muerte de Franco (1975), el cuadro fue trasladado desde Nueva York y expuesto en el Casón del Buen Retiro (Madrid). Los primeros contactos para su regreso a España habían empezado en 1968 por orden de Carrero Blanco, pero a la resistencia del pintor se sumó el ataque con ácido que tres años después sufrió en Madrid una exposición de sus grabados a manos de los Guerrilleros de Cristo Rey. En 1977, el Congreso de los Diputados votó una resolución para que se repatriaran los restos de Alfonso XIII y de Azaña, y el Guernica. La diplomacia se puso manos a la obra para convencer a los herederos de Picasso, fallecido en 1973, y a principios de septiembre de 1981, Álvaro Martínez Novillo, subdirector general de Artes Plásticas, y José María Cabrera, director del Instituto de Restauración, viajaron a Nueva York para encargarse del traslado. El jueves 10 de septiembre, a las ocho menos cuarto de la mañana, el cuadro aterrizaba en Madrid dentro de las bodegas de un Jumbo de Iberia.