¿SABÍAS QUE…?
1. El desastre provocó una profunda crisis política que ni siquiera terminó cuando dimitió el presidente del Gobierno, Manuel Allendesalazar, el 14 de agosto.
2. La segunda comisión de investigación de responsabilidades del Congreso sobre el desastre de Annual —la primera no fue satisfactoria— no pudo llegar a ninguna conclusión, ya que, dos meses después de constituirse, el general Primo de Rivera dio su golpe de Estado (13 de septiembre de 1923).
22 de julio
Designación de don Juan Carlos de Borbón como heredero de la Corona española (1969)
El proceso que llevó a nombrar a don Juan Carlos de Borbón sucesor del general Franco en la Jefatura del Estado había sido preparado lentamente —durante varios años— por Luis Carrero Blanco, vicepresidente del Gobierno, y Laureano López Rodó, ministro comisario del Plan de Desarrollo. La decisión era lenta y difícil, y Franco no la anunció a nadie hasta poco antes de la ceremonia oficial.
Además, el declive del régimen franquista, paralelo al de su creador, no era aceptado por quienes habían mantenido su fe en ambos y por quienes deseaban un proceso sucesorio hecho a su medida. Ejemplo de los primeros era el sector duro de la Falange, al que le costaría mucho aceptar la sucesión del general en la persona del hijo de don Juan. Ejemplo de los segundos, el de la esposa de Francisco Franco, Carmen Polo, que, unos años más tarde, después del matrimonio de su nieta con el primo de don Juan Carlos, don Alfonso de Borbón y Dampierre, tendría los ojos puestos en la posible sucesión de este como heredero de Franco.
El 22 de julio de 1969, el general Franco al fin se decidió a estampar su firma en la ley que proveía lo concerniente a la sucesión en la Jefatura del Estado: «[…] estimo llegado el momento de proponer a las Cortes españolas como persona llamada a sucederme, a título de Rey, al príncipe don Juan Carlos de Borbón y Borbón, quien, tras haber recibido la adecuada formación para su alta misión y formar parte de los tres ejércitos, ha dado pruebas fehacientes de su acendrado patriotismo y de su total identificación con los Principios del Movimiento y Leyes Fundamentales del Reino, y en el que concurren las demás condiciones establecidas en […] la Ley de Sucesión». Esta Ley de Sucesión (de 1947), confería al Caudillo de España la prerrogativa de proponer a las Cortes la persona que estimara conveniente para sucederle en el trono.
Aun después de su nombramiento como sucesor, el príncipe de España tuvo que contemplar las maniobras que se sucedieron durante los últimos años del régimen para que Franco modificara su designación, operaciones políticas en las que participó la esposa del jefe del Estado, deseosa de que su nieta alcanzara el trono español de la mano de su marido, Alfonso de Borbón.
Finalmente, nada se hizo por modificar —ni dentro ni fuera de la ley— la sucesión en la Jefatura del Estado. El 20 de noviembre de 1975, la ley de vida permitió al entonces príncipe convertirse, dos días después, en monarca, reinando como Juan Carlos I de España.