2021-11-13
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¿SABÍAS QUE…?
1. La pésima salud de Carlos II, publicitada a lo largo de toda su vida, fue llevada hasta el extremo tras su muerte, ya que el estado del cadáver, que se diseccionó el mismo 2 de noviembre para ser momificado, fue también considerado por la Gazeta de Madrid de interés general: «Halláronse las entrañas, hígado y pulmones estiomenados, el corazón seco y consumido, desechas las fibras, sin que en él ni en todo el cuerpo tuviese una gota de sangre».
3 de noviembre
Fallece Manuel Azaña (1940)
Un día de julio de 1898, un muchacho de dieciocho años se abría paso entre los estudiantes de la Universidad de Zaragoza para obtener su licenciatura de Derecho, carrera que había estudiado en el Real Colegio de Estudios Superiores de El Escorial. Dos años después obtuvo el doctorado, tras leer una tesis titulada «La responsabilidad de las multitudes». Exactamente tres decenios más tarde, en un acto de Acción Republicana, dijo a sus oyentes: «Para nosotros la República es un instrumento de guerra y de ahora en adelante ya no podremos echar la culpa al rey de lo que pase en España. […] Miradlo bien, republicanos, que el día de nuestro fracaso no tendremos a mano el fácil recurso de echar la culpa a nuestro vecino. […] No hay a quien echar el fardo de la responsabilidad».
Diez años después, cansado y enfermo, el que fue presidente de la República Española y de su Gobierno se encontraba errando por Francia junto a su familia. En el verano de 1940 se trasladó a Montauban, una pequeña ciudad del sur de Francia alejada de la frontera española, donde anduvo renqueante durante cuatro meses hasta que falleció en la noche del 3 de noviembre.
Manuel Azaña (Alcalá de Henares, 1880-Montauban, Francia, 1940), después de doctorarse, comenzó a trabajar en un bufete —allí conoció a Niceto Alcalá-Zamora— al tiempo que publicaba sus primeros artículos en la prensa local madrileña. En 1909 ingresó en el Cuerpo de Registros y Notariado, y en 1911 viajó a París para ampliar sus estudios. Como escritor colaboró en El Imparcial y El Sol, además de dirigir las revistas La Pluma y España, y, entre otros muchos libros, publicó Vida de Juan Varela (Premio Nacional de Literatura 1926), la novela autobiográfica El jardín de los frailes (1927) y La invención del Quijote y otros ensayos (1934). Sus primeros escarceos con la política fueron en la Liga de Educación Política (1914) de José Ortega y Gasset, aunque sus primeros pasos los dio en el seno del Partido Reformista de Melquíades Álvarez (1920). Más tarde fundó su propio partido, Acción Republicana, que fue disuelto por Primo de Rivera. Al final de la dictadura del general, Azaña fue nombrado presidente del Ateneo de Madrid.
Fue uno de los más activos contribuidores al advenimiento de la Segunda República, y en 1931 formó parte del Comité Revolucionario e intervino directamente como presidente del Gobierno Provisional. Poco después presidió el Gabinete, ya bajo el amparo de la Constitución. En 1933 tuvo que dejar el Gobierno y pasó a la oposición, y un año después, junto a Marcelino Domingo y otros, fundó Izquierda Republicana, partido que, adscrito al Frente Popular, le llevó de nuevo al Gobierno de la República en febrero de 1936. Fue presidente de la República durante la Guerra Civil, hasta que en febrero de 1939, desde el exilio francés, presentó su dimisión.
