¿SABÍAS QUE…?
1. La Iglesia decidió excomulgar a los que intervinieran en los actos de compraventa, motivo por el cual muchos realizaron las operaciones a través de intermediarios.
2. Una de las primeras medidas del Ayuntamiento de Madrid una vez acabada la Guerra Civil (1939) fue, entre otras, derribar la estatua de Mendizábal en la plaza del Progreso —a la que también cambiaron su nombre por el de Tirso de Molina— y sustituir su nombre de otra calle, ya restituido.
3. El nombre de pila completo del que desamortizaría los bienes del clero secular en 1836 era Juan de Dios.
20 de febrero
Referéndum sobre la Constitución Europea (2005)
El Gobierno de España fue el primero de los europeos en someter a votación el fiasco más grande de la Unión Europea, el Tratado Constitucional, previsto en principio para su entrada en vigor el 1 de noviembre de 2006. Además, el referéndum español, convocado para el 20 de febrero de 2005, no solo obtuvo la menor participación de las elecciones de cualquier tipo en España (42,3 %), sino que la Constitución Europea hubo de reformarse en 2007, mediante el Tratado de Lisboa, ya que el Consejo de la Unión Europea no contaba en 2004 con la negativa de dos países, como fue el caso de Francia (29 de mayo de 2005) y Países Bajos (1 de junio de 2005), cuyos ciudadanos la rechazaron en las urnas. Los otros veintitrés Estados miembros aprobaron el texto, catorce de ellos por vía parlamentaria.
El 76,73 % de los votantes españoles dijeron sí a la Constitución, lo que podría traducirse en que apenas un tercio del censo electoral aprobó el texto, porque al 17,24 % de votos negativos habría que sumar el 6,03 % (una cifra muy alta) de votos en blanco.
Tanto el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) como la oposición de Mariano Rajoy (PP) apoyaban y animaban a votar favorablemente la Carta Magna europea, pero el líder del Partido Popular, que había criticado en campaña electoral la precipitación del presidente del Gobierno al convocar el referéndum antes de ser explicado convenientemente, aprovechó los resultados electorales para ratificar sus quejas.
Los partidos políticos favorables al «SÍ», aparte de PSOE y PP, fueron Convergència i Unió (CiU), el Partido Nacionalista Vasco (PNV), el Partido Aragonés (PAR) y Coalición Canaria (CC), mientras que se mostraron contrarios a que España se sometiera a ese texto europeo Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV), el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Eusko Alkartasuna (EA), la Chunta Aragonesista (CHA), Aralar y Nafarroa Bai. El único que pidió el voto en blanco de forma clara fue el minoritario Partido de Acción Socialista (PASOC).
Como era de imaginar, Cataluña (28,1 %), Navarra (29,2 %) y País Vasco (33,7 %) encabezaron el «NO» —especialmente Guipúzcoa, donde más del 40 % de los votantes rechazaron la Constitución Europea—. Por otro lado, Canarias (86 %) fue la más favorable, seguida de Extremadura (85,2 %) y Andalucía (83,2 %). Mención aparte merecen Ceuta y Melilla, cuyos votantes la aprobaron rotundamente (81,3 % y 84,6 %, respectivamente), si bien hay que decir que fueron las que menos participación registraron de toda España (28,1 % y 27,0 %). El lado positivo de la participación se vio en Extremadura, que por poco no alcanzó la mitad de su electorado (49,9 %).
El presidente del Gobierno, muy satisfecho por los resultados del referéndum, declaró: «Los españoles hemos hecho historia en Europa». Antes del verano, el Consejo de la Unión Europea declaraba la necesidad de convocar una reunión de constituyentes para que la Convención Redactora de la Constitución Europea elaborara un texto nuevo. Este no valía.