SABÍAS QUE ? Los sanfermines (1591)

¿SABÍAS QUE…?

1. En España, de los ocho miembros originales de la Real Academia, se ha pasado a los noventa y un académicos actuales (cuarenta y cuatro de número y cuarenta y siete correspondientes).

2. Desde la aparición del Diccionario de Autoridades (1723), la RAE ha publicado veintitrés ediciones del Diccionario de la lengua (la primera, en 1780, y la última, en 2014), otra cantidad considerable de los otros seis diccionarios que elabora y un sinnúmero de volúmenes de gramática, ortografía y lingüística.

7 de julio

 Los sanfermines (1591)

Como buena parte de las fiestas locales españolas que guardan relación con la tauromaquia, los sanfermines tienen su origen entre la feria comercial de ganado que en el siglo XIII se celebraba cerca de Pamplona al principio del verano —coincidiendo con la festividad de San Juan, los días 23 y 24 de junio, y posteriormente con la de San Pedro, el 29 de junio— y la religiosa de comienzos del otoño celebrada en la ciudad —alrededor del 25 de septiembre, día de la muerte del mártir Fermín de Amiens, ocurrida en el año 303—.

Entre tanto animal astado, los comerciantes pronto entroncaron las ventas con la celebración de eventos taurinos, que probablemente tenían que ver con la forma en que las bestias eran conducidas durante la trashumancia: caminos angostos entre los montes navarros que obligaban a los vaqueros a reunir a los toros en pequeñas manadas para controlarlos mejor. De esta forma de trasladar a los animales surgió la idea de los encierros organizados. Ya a comienzos del siglo XIV los pastores y sus ganados acampaban la noche anterior a la feria en las dehesas que rodeaban Pamplona para, al día siguiente, hacer la «entrada», esto es, conducir a los astados, a pie o a caballo, por las calles de la ciudad hasta encerrarlos en distintos corrales.

En 1324, Carlos I de Navarra y IV de Francia concedió un privilegio real a la ciudad de Pamplona para celebrar la feria estival de forma oficial. En 1381, su sobrino nieto, Carlos II de Navarra, hizo lo propio para convertir la de otoño en un acontecimiento comercial franco y de primer orden en el norte de la Península. Así fueron sucediéndose durante más de dos siglos, hasta que el Concejo de Pamplona solicitó a su obispo fundir la celebración religiosa con la comercial en un solo festejo, a lo que el prelado accedió. La feria se celebraría el séptimo día del séptimo mes, como se deduce del primer bando municipal, de 1591, que fija el 7 de julio para tal evento: un pregón solemne, un torneo de lanceros en la plaza del Castillo de Pamplona, una representación teatral sobre la vida de san Fermín, procesiones con bailes por las calles de la ciudad y festejos taurinos al día siguiente.

En la década de 1770 se levantó el primer vallado para dibujar el recorrido urbano hasta la plaza de toros, que entonces estaba ubicada en la actual plaza del Castillo, pero no sería hasta mediados del siglo XIX cuando los mozos comenzaron a correr delante de las bestias, y la palabra «entrada» dejó paso a la de «encierro». En 1867, el Ayuntamiento de Pamplona dictó el primer bando que ponía reglas al encierro.

A mediados del siglo XX, la fama de los sanfermines recibió un nuevo impulso gracias a Fiesta, película que Henry King llevó al cine en 1957 tras adaptar la novela —homónima en España— de Ernest Hemingway (The Sun Also Rises, 1926), centrada en las fiestas de San Fermín, que el escritor y periodista estadounidense había vivido con intensidad antes de escribirla. Tanto él —casi convertido en hispanista y comprometido con la República española— como Ava Gardner —protagonista de la película— se convertirían en «embajadores» de España en su país y, desde entonces, la popularidad de los sanfermines no ha dejado de crecer, así como el número de visitantes que acuden a la ciudad durante los días de fiesta.